HISTORIA. Guatavita y el príncipe Dorado

Ceremonia de la ofrenda en las aguas del Guatavita

 

Guatavita y el príncipe Dorado

 

Soplo de Oro

Actualmente, los historiadores han llegado a la conclusión de que la leyenda de El Dorado surgió cuando llegaron noticias a los españoles de un importante ritual dentro de la cultura muisca en honor a la diosa de las aguas.

Aunque recientemente algunos expertos han apuntado en otra dirección, parece que el evento se llevaba a cabo en el lago Guatavita, que se encuentra a unos cincuenta kilómetros al noreste de Bogotá. Los muiscas mantenían un sistema de organización bastante complejo que puede ser entendido como una confederación tribal; de hecho, a lo largo de su historia el territorio muisca estuvo dividido en varias confederaciones, que en el momento en que llegaron los españoles eran dos: la del norte y la del sur. Según las últimas investigaciones, cuando el gobernante de la segunda, llamado genéricamente ‘zipa’, fallecía, se elegía como sucesor a un sobrino suyo por vía materna, que era elegido como nuevo ‘zip...a’. Para obtener la legitimidad y que fuese efectivo su nombramiento debía llevar a cabo la ceremonia de la ofrenda en las aguas del Guatavita. En los testimonios de algunos cronistas españoles se cuenta que lo hacía totalmente cubierto de polvo de oro, aunque este dato nunca ha podido ser demostrado por la arqueología, ni siquiera tras haberse desecado la laguna en 1906. Sin embargo, pasado el tiempo se fueron produciendo hallazgos de objetos dorados en otras lagunas del entorno, además de una pieza muisca de gran calidad que representa precisamente el momento de la ofrenda en el lago. Se trata de la llamada ‘balsa muisca’, encontrada en Pasca en 1969, famosa por ser considerada como la mejor obra de orfebrería de este cultura. La balsa de Pasca apareció en una cueva de esta localidad, dentro de una vasija de cerámica en la que se representa a un chamán. Aunque se sabe que la pieza de oro alude al momento de la ofrenda acuática, el significado de este objeto y de su localización en el momento de encontrarlo continúan siendo actualmente un misterio.
 



La balsa de Pasca, pieza de la cultura muisca conservada en el Museo del Oro, Bogotá

 

Revista Memoria, Historia de cerca nº XXXVI 

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